En el mundo de la decoración y la arquitectura, hay tendencias que se desvanecen… y otras que renacen con más fuerza.
Algo así como los estampados retro: cuando creías que habían quedado en el olvido, vuelven a ocupar titulares y escaparates. Ahora, son los ladrillos de vidrio.
Durante décadas fueron íconos del Art Deco y el Modernismo, luego casi desaparecieron en los 2000. Hoy, gracias a la innovación tecnológica y al interés creciente por el diseño sostenible, regresan como una opción sólida, bonita y funcional para revestir interiores y exteriores.
Una historia que ilumina al revestir
Revestir con ladrillos de vidrio no es nuevo.
Su historia arranca por allá en 1886, cuando Gustave Falconnier los patentó como bloques huecos capaces de dejar pasar la luz y mantener privacidad.
En 1932 se fabricaron en masa por primera vez con el edificio Owens-Illinois Glass Block.
Entre los años 50 y 70, todo el mundo destacaba su atractivo: aportar luminosidad a los espacios, buen gusto y resistencia. Pero, como ocurre con ciertas tendencias, en los 2000 fueron desplazados por vidrios más económicos y sistemas más prácticos.
Hoy, volvemos a verlos cómo van apareciendo como una opción tanto para interiores como exteriores.
Alineados con valores muy contemporáneos como eficiencia energética, sostenibilidad y versatilidad estética. Revestir con ellos ya no es un guiño al pasado, sino una posible elección.
¿Qué características tienen los ladrillos de vidrios?
Quienes piensan en revestir con ladrillos de vidrio deben conocer algunas de sus características, las cuales son:
- Luz y privacidad al mismo tiempo. Dejan pasar claridad, con distintos grados de opacidad y textura.
- Aislamiento térmico y acústico, esto es gracias a su estructura.
- Alta resistencia: soportan fuego, humedad y cambios bruscos de temperatura.
- Durabilidad y bajo mantenimiento: se limpian con facilidad y mantienen su aspecto por años.
- Variedad de diseños: podés conseguirlo en varios colores, texturas y grosores que permiten personalizar los espacios.
En resumen: aportan la transparencia de una ventana, pero con la robustez de un muro.
Diferencias que vas a conseguir en esta propuesta a la hora de revestir
¿Qué cambios conseguís ahora en esta opción al revestir?
- Innovación en materiales: versiones con vidrio de baja emisividad (es su efectividad en la emisión de energía como radiación térmica) que reducen pérdidas de calor.
- Nuevos sistemas de instalación: marcos de aluminio y juntas de silicona que facilitan montaje y evitan filtraciones.
- Crecimiento en la demanda de productos sostenibles: cada vez personas (arquitectos, dueños, etc.) buscan materiales resistentes, eficientes y duraderos.
Lo que antes era complejo de instalar y poco competitivo, hoy es como una prenda clásica actualizada para las pasarelas modernas.
¿Dónde podés usarlo?
Si decidís colocarlo en interiores, los ladrillos de vidrio son una excelente opción para revestir muros en baños, cocinas, living, balcones y jardines.
Pueden funcionar como divisores o/y paredes decorativas.
Te van a dar la posibilidad de aprovechar la luz natural sin sacrificar intimidad, algo muy valorado.
Si decides usarlo en exteriores, se puede colocar en muros de jardín o perímetros que requieren robustez y luminosidad.
Importante a tomar en cuenta:
Los ladrillos de vidrio no son muros portantes. Su resistencia estructural es alta, pero necesitan marcos y refuerzos metálicos en instalaciones amplias para evitar movimientos o fracturas.
¿Funcionan para todos los climas?
Según sus fabricantes y tomando las especificaciones del vidrio, tenés que:
Durante el invierno, los ladrillos de vidrios funcionan como un aislante. Mantiene el calor adentro y bloquea el frío externo.
Gracias a su resistencia térmica impiden que se rompan o agrieten.
Durante el verano, funcionan al revés.
Sin embargo, se recomienda no realizar su colocación durante el invierno.
¿Cuáles son las recomendaciones de sus fabricantes?
Los fabricantes líderes como Owens-Illinois, Seves Glass Block o Pittsburgh Corning coinciden en:
- Usar marcos de aluminio para permitir la dilatación del vidrio.
- Colocar juntas específicas de silicona o mortero para mejorar la estanqueidad (capacidad de evitar que entren partículas externas).
- Añade refuerzos metálicos en muros grandes.
- Evitar colocarlos como muros portantes.
- Preferir modelos de baja emisividad o doble cámara para maximizar la eficiencia energética.
Al final del día, los ladrillos de vidrio son como esas piezas de moda que nunca pasan del todo: se reinventan, vuelven y demuestran que pueden ser parte de tu vida.
Revestir con ellos hoy significa sumar luz, privacidad, durabilidad y eficiencia energética en un solo movimiento. Porque hay clásicos que regresan para quedarse.
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