Imagina a Ralph el Demoledor alquilando un loft con Pocahontas. Él trae tuberías y ladrillos al descubierto, y muebles que parecen salidos de una fábrica abandonada.
Mientras ella llega con plantas, telas que cuentan historias y un espíritu libre que no se adapta a ninguna regla. Esa convivencia improbable da origen al Boho Industrial, un estilo decorativo de contraste y mucho sentido.
Boho industrial, donde lo estructural se encuentra con lo emocional
Según Sweet Magnoliaa, es una fusión donde lo rústico no pelea con lo suave, sino que lo enmarca.
Para nosotros es un estilo que mezcla lo mejor de dos mundos: la fuerza visual del diseño industrial, con su sobriedad y solidez, y la calidez del boho, que encarna y abraza lo natural, lo imperfecto y lo artesanal.
¿Qué encantos encierra el estilo boho industrial?
Desde colores, materiales y otros encantos, acá no hay lugar para tonos pastel ni superficies brillantes.
El Boho Industrial juega con una paleta de colores interesantes que van desde los oscuros, apagados y con carácter: gris humo, marrón óxido, verde oliva y negro mate; hasta lilas, azules y amarillos tostados y naranjas como la arcilla humedad.
Son tonos que nos recuerdan a la ancestralidad, a la tierra, a lo místico y lo real, y que le dan al espacio ese toque introspectivo y elegante.
En cuanto a los materiales, es como si un taller mecánico hubiese sido mezclado con el mercado de pulgas de Marruecos.
Vamos a conseguir hierro envejecido, madera cruda, tejidos hermosos y nobles y cuero desgastado.
Siendo una excelente opción combinar un piso de porcelanato símil cemento o un piso vinílico símil madera, y se combina con un revestimiento de pared en madera.
Las plantas y las artesanías son otro elemento clave. Esto lo podemos ver representado en alfombras étnicas, jarrones, esculturas, etc., que le dan el equilibrio a los pisos, paredes y techos crudos y sobrios.
¿Cómo implementamos el estilo boho industrial sin mudarnos a una fábrica?
No necesitamos ser tan radicales para poder llevar a la práctica algún estilo de decoración que nos guste.
Por ejemplo, con el Boho industrial podés hacer lo siguiente.
- Si tenés una pared blanca y aburrida, podés pintarla de gris cemento o revestirla en madera.
- Combinar una alfombra con motivos tribales + un piso de madera oscura, prefinished o laminado flotante.
- Un sofá de lino claro sobre un piso de porcelanato símil cemento con mantas tejidas y un cactus al costado es un ¡sí total!
La clave es buscar contrastes con intención, por ejemplo: lo suave con lo crudo, lo orgánico con lo técnico, lo cálido con lo austero.
Algunos tips para no excedernos son:
- Podés mezclar muebles nuevos con alma industrial.
- El boho no es sinónimo de acumulación. Elegí piezas que tengan historia, pero no conviertas tu living en un bazar.
- Buscá el balance.
Como notás, esta tendencia o estilo de decoración no sigue un ABC, sino que invita a experimentar.
Podés usarla en un departamento urbano, un estudio creativo o incluso una cafetería con espíritu rebelde.
Así que, si alguna vez sentiste que tu decoración era muy seria o demasiado caótica, el estilo boho industrial puede ser el punto medio ideal. Un lugar donde la estructura se relaja y lo espontáneo se vuelve sofisticado.
Como Ralph y Pocahontas compartiendo un mate: improbable, pero armonioso